Sera su forma de hablar, de vestir, su físico,...este es el primer error; la elección de pareja depende más de nuestros rasgos de personalidad y circunstancias, nosotros somos quienes decidimos si abrimos la puerta a enamorarnos o no, independientemente de nuestro exterior.
¿Que buscamos en la pareja? Hay quien busca Complementariedad y esto es presuponer que uno esta incompleto o a falta de algo, aunque no sea
consciente de ello. Es decir, hay una vulnerabilidad a la dependencia, a la falta de autoestima y beneficia la construcción de un vínculo insano. Se esta eligiendo desde el inconsciente porque no se es consciente de los verdaderos motivos por los cuales se elige pareja.
Elegimos también desde el inconsciente, cuando repetimos patrones de relaciones pasadas con la creencia de que ahora será diferente y lo único que es distinto es el envoltorio. Revivimos el pasado con otro rostro diferente.
Por su contra, esta quien busca la semejanza; existe el mito de que lo parecido puede aburrirnos pues se piensa erróneamente que no nos puede aportar nada. Sin embargo, elegir una pareja semejante ayuda al autoconocimiento y autocrecimiento personal. La clave esta en equilibrar lo semejante y lo diferente; compartir y ser semejantes en cuanto al estilo y definición de amor posibilita y augura la satisfacción marital. Si somos semejantes en los cimientos de una relación de pareja se disminuye la agresividad, la inseguridad y facilitamos la construcción de un vinculo seguro. Sin duda la pareja es para ser feliz, no para estar en guerra continua luchando por la razón o el poder.
El secreto esta en tener una base semejante y un equilibrio en cuanto a la intensidad de lo diferente.